jueves, 6 de enero de 2011

Venezuela de mis recuerdos..

Hola a todos..

    He querido empezar este nuevo año, compartiendo con ustedes la esperanza de crear en mi país las mismas imágenes que tengo en mi mente de lo que fué Venezuela en mi niñez y de lo que deseo que vuelva a ser algún día. Todo aquel que tenga un aporte será muy bien recibido en este blog del renacer.

    Admiro con asombro y no deja de sorprenderme tan asombrosa y a la vez (según mi punto de vista sin ofender al de los demás) errónea transformación que ha tenido lugar en las calles de mi amado país.

    Empezaré por narrar los recuerdos que han quedado grabados en mi memoría y así compartir dichas memorias con todos los que tengan tiempo de leer mis palabras.

     Mis recuerdos llegan hasta una Venezuela distante y a la vez distinta en un tiempo que ya supera las tres decadas. Me recuerdo de las calles de la urbanización donde viví en mi infancia, me recuerdo que era una zona tranquila ubicada en lo que hoy en día es el Estado Vargas (un municipio en mi infancia), me recuerdo que vivía rodeado de unas casas tranquilas, con gente trabajadora y muy educada como vecinos, existía una gran variedad de personas, muchas de ellas inmigrantes de otros países, otras familias venezolanas, pero todos compartiendo una urbanización donde no había delincuencia, donde lo que se discutía en las reuniones vecinales era la posibilidad de poner o quitar los policías acostados de las calles, para evitar que los carros anduvieran a máxima velocidad y pudieran dañar a algún peatón.

    Esa era la urbanización de mis primeros años, me recuerdo que teníamos un par
que, con sus toboganes, con sus columpios, me recuerdo del heladero de tiorico y de efe pasar por la calle y salir corriendo a pedirle algun helado, los morollos, el batibati (del cual lo único que me importaba era su chicle que venía de premio al final del vasito), me recuerdo de un helado que era como de gelatina que incluso lo llegué a pagar reuniendo unas cuantas puyas, ya en esa epoca no se usaban mucho, pero aún existían en la circulación.

    Por encima de mi casa pasaban infinidad de aviones que despegaban o aterrizaban en el aeropuerto de maiquetía, eran muchísimos incluso me acuerdo como una vez se despegaron las baldosas del baño por culpa de un concorde, si un concorde no estoy soñando, en la venezuela de mi infancia llegaban vuelos del concorde, en la Venezuela de mi infancia Venezuela era un centro de negocios, donde inversores de todo el mundo venían a Venezuela, donde Venezuela aparecía en el mapa del mundo, no por delincuencia, ni por destacar en manifestaciones pro o anti-gubernamentales. En ese momento de mi vida Venezuela prometía ser un país desarrollado, poseíamos lujos y tecnologías ansiados y envidiados por la mayoría de nuestros vecinos latinoamericanos.

    Todas las empresas querían formar parte de esa economía abierta y que florecía, donde no existía la palabra inflación, donde no hacía falta comprar dolares, por que podíamos ir con nuestros Bolívares a EEUU o a cualquier parte del mundo y nos los aceptaban en sus bancos para ser canjeados a la moneda local.

    Me recuerdo que cualquier venezolano o la mayoría de los que conocí y conozco hoy día coinciden conmigo en que ir a la Embajada americana a sacarse la visa, no era ningún temor, no había que hacer largas colas y esperas para poderse sacar la tan ansiada hoy en día visa americana, cualquier venezolano con un trabajo y una familia podía obtenerla inmediatamente y en aquel tiempo te la daban indefinida, que tiempo después cuando las cosas empezaron a cambiar eliminaron dicha visa.

    Quiero que imaginen junto con mis palabras, a nosotros como venezolanos, donde podíamos salir a la calle sin ningún miedo, se hablaba´de algún que otro atraco en Caracas, pero eran casos aislados y generalmente terminaban en la detención del malandro. Venezuela sin lugar a dudas vivía la mejor epoca de su vida y de la nuestra.

    Todavía trato de encontrar en mi memoría el momento en lo que todo cambió, en que instante pasamos a ser un país destruido en todas las instancias, desde la política, la social, la cultural, la económica, me sigo preguntand el ¨¿Por qué?.

    Cuando mis amigos me preguntan o me increpan de que soy partidario de un sector o de otro de la vida actual, yo le respondo, no soy partidario de nada de lo de la Venezuela que vivimos hoy en día, yo quiero que regrese la Venezuela que viví y deseo que las generaciones actuales al menos puedan vivir algo de lo que yo agradezco tener en mi memoria.